Se denomina “agua dura” a aquellas que contienen un alto contenido en minerales, casi siempre Calcio (Ca) y Magnesio (Mg) aunque no siempre. Para simplificar su cuantificación, se calcula sumando las concentraciones de ambos elementos por litro de agua (ml/l). En muchas ocasiones se dice que el agua tiene cal (la cal comprende varios compuestos basados en calcio y magnesio).
Dependiendo de la zona en la que nos encontremos, podemos tener una mayor presencia de “cal” diluida en la misma. Desde el punto de vista de sistemas de riego, el problema reside en que se generan precipitados (sólidos) de cal en los emisores, dificultando e incluso impidiendo la salida del agua.
El problema se agrava en aquellos emisores con orificios de salida reducidos y con baja velocidad de agua, como son los sistemas de riego por goteo. También se presentan problemas en electroválvulas, en las que los precipitados pueden interferir en su funcionamiento. En el caso de electroválvulas se recomienda la utilización de válvulas hidráulicas pilotadas que presentan menos problemas que electroválvulas de membrana o las de globo con respecto a este punto concreto.
Veamos las posibles soluciones a una instalación afectada en zona de agua dura:
- Inyección de ácido. La solución agrícola para problemas con cal consiste en la inyección de ácido en la tubería, que “disuelve” los precipitados. Requiere un sistema de inyección. No es para nada común.
- Utilización de emisores desmontables. Facilita la limpieza y eliminación de los depósitos de cal. Es frecuente utilizar goteros desmontables en vez de la tubería de goteo integrado. Igualmente, en sistemas de goteo pueden instalarse válvulas de drenaje para evitar que quede agua residual en las tuberías.
- El método usual para la eliminación de cal consiste en sumergir los emisores en un ácido suave para disolver los precipitados. El método “casero” utiliza vinagre por ser fácilmente disponible, aunque tiene una eficacia limitada.
La prevención de depósitos de cal es limitada y poco usual. Evidentemente la solución más sencilla pasaría por la utilización de un descalcificador, pero se trata de aparatos demasiado costosos para una instalación de riego, si bien en determinados casos como en una vivienda con jardín si puede plantearse (mejora el agua también para uso doméstico).
También podría colocarse un sistema de inyección para de forma preventiva introducir ácido a la instalación; aunque como ya hemos comentado, esto no es frecuente.